Preboda Álvaro y Rebeca

/ agosto 13, 2020

Viajamos de Salamanca a Puebla de Sanabria. Allí nos aguardan Álvaro y Rebeca, que comienzan esta nueva aventura juntos esperando a un tren que les llevará unidos el resto de sus vidas.

El covid ha hecho que perdiéramos el primer tren de esta preboda que teníamos pensado realizar durante los meses que duró el confinamiento. El viaje se ha retrasado un poco, a día de hoy ya serían dos meses de recién casados. Pero las dificultades no han conseguido suspender el viaje, el amor que esta pareja se procesa sigue intacto, con esa ilusión y alegría como el primer día.

Nos desplazamos a Puebla de Sanabria para realizar la sesión de preboda de Álvaro y Rebeca. Aunque realizamos tres cambios de vestuario y visitamos varias zonas del pueblo, al final hemos querido recordar este día con las fotos que hicimos en la estación de tren del pueblo. La estación guarda intacto su encanto. Llega el tren del amancecer y sale el del atardecer por el otro extremo de sus vías. Allí esperan a que pase el vagón que les llevará el próximo mes de octubre al mejor viaje de sus vidas Rebeca y Álvaro.

Cae el sol, el atardecer se hace dueño del día bañando con un manto cálido la estación. Se suceden los besos, los abrazos, las miradas cómplices que recuerdan cada instante que les ha llevado allí. Llevan una maleta llena de ilusión, de proyectos y sueños que cumplir.

Encontramos en cada mirada y cada gesto de sus manos esa complicidad de las parejas que se aman. La sesión de fotos transcurre fluida, alegre,… Es fácil retratar a una pareja cuando llegan a abstraerse del mundo que les rodean, olvidándose de las cámaras y centrándose en su momento.

Sin duda ha sido todo un acierto este outfit para la sesión de fotos de la preboda. Todos y cada uno de los detalles, los sombreros, los tirantes, la vestimenta,… La localización nos ha dado también muchas posibilidades y rincones que con la ayuda de la luz de atardecer nos han proporcionado imágenes para el recuerdo. En menos de dos meses volveremos a vernos en el gran día de su boda, del sí quiero. Distinta vestimenta pero las mismas miradas, las mimas caricias dulces y besos apasionados.

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