Tarde de entrenamiento

/ junio 22, 2020

Con el Estado de Alarma se suspendieron todas las competiciones deportivas. Los deportistas del país tuvieron que ingeniárselas para seguir estando en forma. Ahora que la rutina vuelve poco a poco a la normalidad, sin horarios ni restricciones, las pistas, parques y calles vuelven a estar llenas de atletas entrenando.

A falta de competiciones, muchos son l@s atletas que se reúnen para entrenar y no perder la dinámica de entrenamiento para estar a punto cuando las competiciones vuelvan. Este es el caso de tres amigas que pertenecen al Club Atlético Salamanca Cajar Rural. Ellas son Clara, Cris y Lucía, que han decidido compartir una tarde de entrenamiento con nuestras cámaras.
Para la sesión de fotos, durante el entrenamiento, hemos escogido uno de los lugares muy concurridos por atletas en la ciudad, la Isla del Soto. Un lugar lleno de caminos en los que las combinaciones son infinitas. Apartado de la ciudad, del tráfico y rodeada por las aguas del río Tormes, esta ubicación siempre acoge a los amantes del deporte.

Las sensaciones no son las mismas que en las múltiples competiciones que cubrimos. Sin embargo, la intensidad y la concentración por momentos nos transportan a una pista de atletismo. La vida de los atletas es dura, cientos de horas de entrenamientos, muchas veces solitarios, para unos instantes de competición.
Las fotos de atletismo son muy agradecidas. En una sesión de fotos de atletismo ha que saber captar miradas, gestos, instantes durante una competición. Es vital, algo que también vemos reflejado en sus rostros en los entrenamientos. En sus miradas vemos ilusión y sueños de futuro acompañados de risas y buen el buen ambiente que hay entre ellas. La mirada de un atleta dice mucho, transmite confianza, sufrimiento, alegría, decepción, dolor o éxito. Poder captar esas sensaciones en los ojos de un atleta hace que tus fotos cobren más fuerza.

El equipo fotográfico que hemos empleado en esta salida ha estado compuesto por nuestra Canon 5D mark IV, un 70-200 IS USM II f2.8, un Canon 85 mm f1.4 y un sigma 24-35 f2. Hemos tirado de teleobjetivo para las sesiones de carrera, la focal fija para los momentos de estiramientos y descansos y el angular para las fotos finales en el puente. Además nos hemos ayudado de un reflector para darle rellenar alguna luz dura en los primeros retratos.

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